jueves, 28 de marzo de 2013

Paternidad

La paternidad es el triunfo de los mediocres. Es el último recurso de todo individuo que ha fracasado o ha abandonado por completo su voluntad propia y su vocación, si tuviere alguna. Como si no fuera suficiente ya con las terribles vicisitudes que se interponen en nuestras vidas posmodernas, llamense trabajo, educación, familia, y las implicaciones de lidiar con el debacle político, económico y social, hay gente, y bastante, que sigue insistiendo en engendrar, para tener una excusa y un motivo para levantarse todos los días y entrar en el ciclo interminable del trabajo-consumo. Y es que sé de antemano que me voy a ganar el odio y las injurias de mucha gente diciendo ésto, pero, la verdad (como siempre) debe prevalecer sobre toda ésta voragine de pretextos emocionales que no hacen mas que entorpecer el desarrollo de una sociedad mas equilibrada, aunque sea en el plano teórico, ya que indiscutiblemente, éste mundo de mierda se fué al carajo, y bien ido.

"Pero es que la vida es un milagro, una bendición" profesan algunos; pues no, tengo 7 billones de humanos que prueban lo contrario, que la vida es la cosa más común y ordinaria que existe, y de bendición, poco también, porque con la explosión demográfica aberrante que ha sucedido en los últimos 40 años, hemos labrado a pulso y obra de engendrar peste, nuestro propio apocalipsis. Pasamos de un periodo de guerras mundiales en los que había un motivo suficiente para reconstruir sociedades agujereadas por la violencia, a concebir por deporte, y en el más absurdo frenesí de egoísmo y estupidez, porque así como los "pobres" crían por ignorancia, vicio y aun peor, por estímulos económicos de los gobiernos, los "ricos" crían por moda, por ego y por crear fachadas ridículas que los presenten como familias perfectas, rebosantes de amor y comprensión, o aun peor, por accidente! amén de la inmunidad social que representa ser "padre". Nos han metido en la cabeza desde tiempos inmemoriales (en los que si era necesario) que cuando alguien es padre o madre automáticamente es considerado un elemento fundamental de la sociedad que debe ser cuidado, nutrido y exento de cumplir reglas básicas de convivencia y que aquellos quienes elegimos (o no) no procrear, somos una estirpe maldita y ególatra que no merece respeto, porque "no han entregado nada al mundo" como si la vida se tratase de pagar una deuda con la sociedad o de redimir un pecado capital inexistente.

Y es que dejando de lado los factores "ambientales", que en realidad también me parecen un pretexto pernicioso, hay un hecho contundente que si prevalece y es que somos demasiados en un planeta que carece de recursos suficientes para sostener un futuro en el que el hambre, la enfermedad y la guerra van a volverse una realidad aún mas omnipresente que hoy día, y que, al seguir engendrando de manera tan irresponsable, no estamos haciendo más que planear un genocidio futuro a merced de los factores que mencioné. Porque dejemos de jiponadas, éstos malditos pseudoecologistas y progresistas verdes creen que es posible un futuro en el que todos seamos hermanitos y vivamos en ecosistemas autosuficientes a la Jacque Fresco?, pero me están tomando del pelo? Si algo nos ha enseñado la historia es que todo tiende a empeorar y que por mas propaganda ambientalista y "buenas intenciones", el cambio cultural que se requiere para "salvar la especie" (que es el propósito original de éstos ecomierdas, no salvar el planeta) es imposible, y la principal razón por la cual lo es, es justamente porque somos una cantidad abrumadora de individuos con pensares y sentires diferentes, y de los cuales la mayoría, sólo tienen funciones cerebrales suficientes para comer, cagar y coger.

Aún suponiendo, muy ingenuamente, que tales futuros idílicos fueran posibles, no deja de ser contradictorio, que en una sociedad cada vez más abocada a la inmediatez, la gente haga apuestas a largo plazo en forma de hijos, insistiendo en otorgarle a la infancia un carácter divino, como si realmente se tratara de un "futuro brillante", y llenarnos de mocosos insolentes que en unos pocos años van a volverse tecnocratas, publicistas, cirujanos plásticos, modelos de alta costura, asesinos, robacoches, sacerdotes travestis y abogados (Deus Pater nos libre). Recientemente, he visto una miniserie británica llamada "Utopía"  [spoiler alert!] que plantea tácitamente el problema de la sobrepoblacion desde un ángulo pocas veces visto, y es este mismo, el de considerar si realmente vale la pena continuar hacia el abismo del armagedon voluntariamente de la forma mas estúpida posible, o si es preferible, reducirnos en numero drasticamente, y despedirnos progresivamente del planeta manteniendo una calidad de vida aceptable hasta que los recursos nos den abasto, y sin necesidad de cometer magnicidios en nombre de dioses o discursos políticos o económicos, sino simplemente, esterilizando a la población actual y suprimiendo el deseo básico de procrear, que a una altura intelectual y evolutiva como en la que supuestamente estamos, debería ser algo completamente sensato.


No tengo autoridad alguna (no, un momento, si tengo) para cuestionar las decisiones personales de cada individuo, pero justamente estamos en un punto critico en el que estos factores, que nos han disfrazado de privados, si tienen una incidencia publica de gruesa impronta, y que, reitero, mientras la plebe inmunda (sin diferenciar entre clases sociales o económicas) insista en concebir y dejarnos su progenie infecta hasta que el mar de caras nos asfixie; nosotros, los pocos, poquisimos, que aun usamos la razón y la defendemos por ser un elemento axiomático contundente, tendremos que soportar la tormenta de culicagados insufribles a los ojos de sus indiferentes e irresponsables padres hasta que la espada de Damocles caiga. Pero no tardara mucho, y podre pasearme tranquilamente por los paisajes del ragnarok, mientras los imbéciles prolongan su agonía por salvar a sus engendros.