La paternidad es el triunfo de los mediocres. Es el último recurso de
todo individuo que ha fracasado o ha abandonado por completo su
voluntad propia y su vocación, si tuviere alguna. Como si no fuera
suficiente ya con las terribles vicisitudes que se interponen en
nuestras vidas posmodernas, llamense trabajo, educación, familia, y las
implicaciones de lidiar con el debacle político, económico y social,
hay gente, y bastante, que sigue insistiendo en engendrar, para tener
una excusa y un motivo para levantarse todos los días y entrar en el
ciclo interminable del trabajo-consumo. Y es que sé de antemano que me
voy a ganar el odio y las injurias de mucha gente diciendo ésto, pero,
la verdad (como siempre) debe prevalecer sobre toda ésta voragine de
pretextos emocionales que no hacen mas que entorpecer el desarrollo de
una sociedad mas equilibrada, aunque sea en el plano teórico, ya que
indiscutiblemente, éste mundo de mierda se fué al carajo, y bien ido.
"Pero es que la vida es un milagro, una bendición" profesan algunos;
pues no, tengo 7 billones de humanos que prueban lo contrario, que la
vida es la cosa más común y ordinaria que existe, y de bendición, poco
también, porque con la explosión demográfica aberrante que ha sucedido
en los últimos 40 años, hemos labrado a pulso y obra de engendrar
peste, nuestro propio apocalipsis. Pasamos de un periodo de guerras
mundiales en los que había un motivo suficiente para reconstruir
sociedades agujereadas por la violencia, a concebir por deporte, y en
el más absurdo frenesí de egoísmo y estupidez, porque así como los
"pobres" crían por ignorancia, vicio y aun peor, por estímulos
económicos de los gobiernos, los "ricos" crían por moda, por ego y por
crear fachadas ridículas que los presenten como familias perfectas,
rebosantes de amor y comprensión, o aun peor, por accidente! amén de la
inmunidad social que representa ser "padre". Nos han metido en la
cabeza desde tiempos inmemoriales (en los que si era necesario) que
cuando alguien es padre o madre automáticamente es considerado un
elemento fundamental de la sociedad que debe ser cuidado, nutrido y
exento de cumplir reglas básicas de convivencia y que aquellos quienes
elegimos (o no) no procrear, somos una estirpe maldita y ególatra que
no merece respeto, porque "no han entregado nada al mundo" como si la
vida se tratase de pagar una deuda con la sociedad o de redimir un
pecado capital inexistente.
Y es que dejando de lado los factores "ambientales", que en realidad
también me parecen un pretexto pernicioso, hay un hecho contundente
que si prevalece y es que somos demasiados en un planeta que carece de
recursos suficientes para sostener un futuro en el que el hambre, la
enfermedad y la guerra van a volverse una realidad aún mas omnipresente
que hoy día, y que, al seguir engendrando de manera tan irresponsable,
no estamos haciendo más que planear un genocidio futuro a merced de
los factores que mencioné. Porque dejemos de jiponadas, éstos malditos
pseudoecologistas y progresistas verdes creen que es posible un futuro
en el que todos seamos hermanitos y vivamos en ecosistemas
autosuficientes a la Jacque Fresco?, pero me están tomando del pelo? Si
algo nos ha enseñado la historia es que todo tiende a empeorar y que
por mas propaganda ambientalista y "buenas intenciones", el cambio
cultural que se requiere para "salvar la especie" (que es el propósito
original de éstos ecomierdas, no salvar el planeta) es imposible, y la
principal razón por la cual lo es, es justamente porque somos una
cantidad abrumadora de individuos con pensares y sentires diferentes, y
de los cuales la mayoría, sólo tienen funciones cerebrales suficientes
para comer, cagar y coger.
Aún suponiendo, muy ingenuamente, que tales futuros idílicos fueran
posibles, no deja de ser contradictorio, que en una sociedad cada vez
más abocada a la inmediatez, la gente haga apuestas a largo plazo en
forma de hijos, insistiendo en otorgarle a la infancia un carácter
divino, como si realmente se tratara de un "futuro brillante", y
llenarnos de mocosos insolentes que en unos pocos años van a volverse
tecnocratas, publicistas, cirujanos plásticos, modelos de alta costura,
asesinos, robacoches, sacerdotes travestis y abogados (Deus Pater nos
libre). Recientemente, he visto una miniserie británica llamada
"Utopía" [spoiler alert!] que plantea tácitamente el problema de la
sobrepoblacion desde un ángulo pocas veces visto, y es este mismo, el de
considerar si realmente vale la pena continuar hacia el abismo del
armagedon voluntariamente de la forma mas estúpida posible, o si es
preferible, reducirnos en numero drasticamente, y despedirnos
progresivamente del planeta manteniendo una calidad de vida aceptable
hasta que los recursos nos den abasto, y sin necesidad de cometer
magnicidios en nombre de dioses o discursos políticos o económicos,
sino simplemente, esterilizando a la población actual y suprimiendo el
deseo básico de procrear, que a una altura intelectual y evolutiva como
en la que supuestamente estamos, debería ser algo completamente
sensato.
No tengo autoridad alguna (no, un momento, si tengo) para cuestionar
las decisiones personales de cada individuo, pero justamente estamos
en un punto critico en el que estos factores, que nos han disfrazado de
privados, si tienen una incidencia publica de gruesa impronta, y que,
reitero, mientras la plebe inmunda (sin diferenciar entre clases
sociales o económicas) insista en concebir y dejarnos su progenie
infecta hasta que el mar de caras nos asfixie; nosotros, los pocos,
poquisimos, que aun usamos la razón y la defendemos por ser un elemento
axiomático contundente, tendremos que soportar la tormenta de
culicagados insufribles a los ojos de sus indiferentes e irresponsables
padres hasta que la espada de Damocles caiga. Pero no tardara mucho, y
podre pasearme tranquilamente por los paisajes del ragnarok, mientras
los imbéciles prolongan su agonía por salvar a sus engendros.
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