miércoles, 17 de agosto de 2011

Diatriba contra los estereotipos 1

Me harté! si, me tiene hasta los cojones la gente en general, pero puntualmente una de las cosas que menos soporto últimamente es ésta puta fábrica de clones, ésta cadena de montaje de pseudopersonas que son la copia, de la copia, de la copia, de la copia, y que en cada versión nueva no hace más que corroborar el nivel de estupidez colectiva en el que estamos sumergidos en éstos tiempos de comidas light y redes sociales. Ésto del "multiculturalismo" y la "diversidad" no ha engendrado más que una nueva sub-especie de zombies totalmente adictos al culto a la apariencia y a sentirse identificados y catalogados dentro de algún grupo social en pro de llenar la cantidad incontable de vacíos personales, traumas psicológicos y taras mentales que albergan sus miserables existencias.

Para ésta primera entrega quiero empezar por éstos "indies" raritos de anteojitos de pasta negra, pantalones ajustados hasta la castración y camisetas escotadas y a rayas horizontales, es decir, éste tipo de hijos de puta:

Si, soy muy cool y escucho Arcade Fire y St. Vincent

Éstos muchachitos de papá y mamá son toda un tribu de payasetes que van de listillos por el mundo posando de alternativos, asisten a performances de artistas putapénicos, escuchan todo tipo de música que tenga etiquetado por algún lado alguna referencia a lo "indie", glorifican el Kid A de Radiohead como si se tratáse de la sinfonía Eróica y para ellos no existe mejor cine que los desvaríos somnolientos de Bela Tarr ó las pretenciosas secuencias narcisistas de Michael Haneke.

La versión femenina de éstos sub-seres son generalmente unas maniaco-depresivas de cuidado, secretamente obsesionadas con las revistas de moda, un híbrido lamentable entre Amelié y Björk, y darían lo que fuera por volver a vivir en los años 80 yendo por la vida de tragedia en tragedia sumergiendo las manos en cada balde de lentejas que encuentran por la calle. Éstas (y éstos) neo-románticos le hallan significados poéticos y trascendentales hasta a una escoba y llevan dietas a base de basura orgánica que les cuesta 3 veces más que la comida normal.

"Hasta hace dos años mi mamá me vestía, ahora yo misma me compro ropa rara en Palermo Soho"

Éste tipo de subnormales también hacen parte de los que tienen un fetiche enfermizo por los gadgets tecnológicos totalmente innecesarios y estúpidos como Tablets (válgame dios, que invento tan mediocre), Smartphones, IPods, etcétera y se bajan doscientas mil aplicaciones diferentes del Android Market que no sirven para nada, y encima de todo ésto se creen con la autoridad filosófica de definir que es bueno, interesante o original y que es ordinario, vulgar y trillado.

Pues lo lamento mucho jovencitos, pero ustedes no son más que el apogeo del consumismo, la carencia de personalidad llevada al paroxismo y la idiotez extrema envasada en pequeños frascos de debilidad intelectual. Sus opiniones, criterios y posiciones no son más que un discurso gastado sustentado únicamente por la imagen intelectualoide que proyectan y detrás de la cual solamente se esconden personajes totalmente llevados por la corriente de la cultura comercial sin el más minimo ápice de criterio propio, infestados de condicionamientos culturales vacíos y presos de un estética ridícula alejada de cualquier atisbo de autenticidad.

El culto que profesan por cualquier expresión artística mediocre disfrazada de "novedad" o de "original" ya raya en lo ofensivo y la pose de "modernillos sabelotodos" se resquebraja ante la más sutil referencia histórica que confirme que, contrario a lo que muchos de ellos piensan, todo lo que ellos defienden férreamente, ya lo hizo algún otro hace mucho tiempo y mil veces mejor.

Asi que bueno, como no me interesa establecer ningún tipo de intercambio conceptual ni mucho menos relación con cualquiera de éstos tontos europeizados, puedo explayarme tranquilamente en descuartizar sus pretenciosas psiquís abiertamente en éste blog.

Próxima entrega:

El jipi del pañuelo palestino




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