martes, 29 de octubre de 2013

No leo el periódico porque no es mas que una montaña de papel desperdiciado en publicidad y mentiras

No leo la biblia porque es lo mismo que el periódico

No escucho ni rap, ni hip hop ni regueton porque son una mierda de mal gusto para idiotas, delincuentes comunes y zorritas ignorantes.

No escucho Calle 13 porque son justamente regueton para jipis de mierda, son como Daddy Yankee con Manu Chau, es decir, mierda.

No veo películas de cine independiente húngaro/checo, bengalí o de cualquier país de mierda sumido en la ignominia.

No escucho rocksito indie porque viene a ser el equivalente del regueton en Europa. Musiquita de mierda para sofistas de cóctel.

No voy a exposiciones de arte. Todas son una perdida de tiempo y dinero.

No tengo hijos ni los tendré porque es una costumbre muy standard y casi vulgar.

No como sushi, ni lychees en te verde de pyonyang ni nada que sea comida insípida, con nombres ridículos que solamente se vende por una cuestión de moda.

No uso terminología empresarial ridícula como coaching, training, management, etc. porque considero que el castellano tiene palabras aun mas explicitas y funcionales para definir tales ridiculeces.

No digo tsunami, digo maremoto.

No leo literatura contemporánea porque es una soberana mierda salvo muy contadas excepciones.

No leo literatura clásica porque espero leerla cuando la edad me obligue a permanecer sentado.

No creo ninguna palabra que salga de la boca de un sacerdote, de un abogado, de un político, de un empresario, de un militar, de un venezolano, de un paisa, de un psicólogo, de un costeño, de un publicista, ni de cualquier persona que utilice la especulación como medio de lucro.

No creo en dios porque creer en el es como creer en el coco.

No creo en nada porque creer es para los tontos.

No me gusta que las calles de Buenos Aires sean tan sucias.

No me importan muchas de las cosas que para el resto de la gente son indispensables.

No tengo muchos amigos, por suerte.

No bailo porque soy muuuy malo pa bailar.

No soporto el judeocristianismo

No soporto que todas las personas del mundo quieran venderme algo.

No digo mentiras porque cuando las digo mi expresión facial me delata.

No tomo aguardiente ni licores baratos cuya finalidad es la embriaguez sin sentido.

No me emborracho hasta el amanecer porque no me gustan las resacas y prefiero dormir a embriagarme.

No digo que no me guste el alcohol y otras drogas.

No me gusta estar obligado a trabajar para sobrevivir.

No me gusta tener que despertarme a una hora fija.

No me gusta que Facebook y Google utilicen las palabras que escribo para mandarme publicidad segmentada.

No voy a ningún espectáculo publico gratuito porque odio las multitudes y mas si se componen de gente estúpida.

No marcho en protesta contra nada ni nadie porque las protestas son terriblemente inefectivas generalmente.

No me gusta depender de nada y menos del dinero, pero por ahora no tengo alternativa.

No me apego absolutamente a nada excepto a mi mujer.

No me gusta el verano, por muchísimas razones.

No me gustan los tatuajes porque comencé a darme cuenta de que quienes los llevan son generalmente putas, delincuentes, malotes y tontos.

No me gusta que cuando publico algo, salte alguien a recitar tonterías optimistas.

No me gusta la gente en general.

No entiendo como funciona el universo, pero me interesa entenderlo y he avanzado mucho en ese sentido.

No le veo lo grandioso a los productos de Apple.

No me gusta encontrarme con colombianos en Buenos Aires, y mucho menos "compartir" con ellos.

No espero nada de nadie.

No esperen nada de mi.

No quisiera llegar a viejo, me parece aburridisimo.

No me digan que me contradigo porque justamente de eso se trata.

No soporto a los hinchas o a los fans de nada ni de nadie.

No creo ni en los colegios, ni en las universidades ni en ningún tipo de educación tal y como esta establecida hoy día.

No voy a dejar de decir lo que pienso porque x o y persona o colectivo se sienta ofendido.

No me dejo engatuzar por ningún malabarismo dialéctico de nadie.

No considero que la ultima década y la que recién comienza sea o haya sido un buen momento para la música y las artes.

No planifico casi ninguna de mis acciones.

No entienden ni la mitad de lo que hablo, la mayoría de la gente cree que yo hablo en malayo o afrikaans.

No considero que la violencia sea algo del todo antinatural o innecesario.

No estoy "en forma" y la verdad, poco me importa.

No me gusta estar comprometido u obligado a hacer algo o a comportarme de tal o cual manera.

No valen la pena muchas de las cosas que socialmente son consideradas valiosas.

No me importan tus problemas y mucho menos espero que te importen los mios.

No estoy muy "cuerdo" que digamos, menos mal.

No soy adoctrinable.

No tengo parafilias que me avergüencen.

No creo que tener pareja sea una razón para no masturbarse.

No le veo lo excepcional a Jim Morrison, a Kurt Cobain, a Bob Marley o Andy Warhol, por nombrar a algunos pocos solamente.

No pienso regresar a vivir a Colombia a menos que sea la única alternativa posible.

No quiero quedarme en Buenos Aires por mucho mas tiempo tampoco.

No me estoy quejando de nada asi este listado lo parezca, hay que leer un poco mas entre lineas.

No me quejo porque quejarse, como protestar, generalmente es muy inefectivo.

No se que esta esperando Adam Jones para sacar un nuevo disco de Tool.

No creo que muchas de las personas que tienen dinero lo hayan ganado honestamente.

No se que mas escribir por ahora, pero seguramente me olvido de algo.

No me molesta que me repliquen con todo su odio, siempre y cuando tengan argumentos para contradecirme.

La VERDAD no es una opinión.

Después de varias semanas de crisis mediática y paro agrícola en donde la especulación y la desinformación fueron reinas, lentamente comienza a aflorar obejitividad con algunas pinceladas de verdad, como el artículo de Marta Ruíz publicado en la última edición de la revista Semana, en el que, considerando las implicaciones serias del TLC y Monsanto con el sector agrario colombiano, se aclara que la información que hemos leído los últimos días, es confusa, indirecta y puede o no ser la punta de un iceberg mucho mas grande y antiguo que la micro-revolución desatada por el documental 970. Y es justamente por lo que he estado insistente en el tema, y por eso reitero: Que mierda vienen a quejarse ahora de cosas cuyo momento de solución posible pasó hace 15 años o mas?

Las cosas se jodieron en el 91 cuando importar se volvió mas barato que producir, y de ese momento en adelante no ha sido más que una cadena lógica y causal de situaciones políticas y económicas claramente predecibles, y por las cuales, en su momento no se hizo absolutamente nada, en gran parte porque, como ya he mencionado en otras ocasiones, la población de a píe, no tiene ninguna incidencia y control sobre las cosas, aún cuando ingenuamente lo crean. Y lo molesto, lo verdaderamente molesto, es ésta generación, de la cual hago parte vergonzosamente, que, repitiendo un patrón infinito de "rebeldía juvenil", perfectamente válido y lógico a edades más tempranas, ha devenido en la más arrogante de las jipamentas mesiánicas conocidas en la historia, y es lógico, con una herramienta de permeabilización social como facebook, mis queridos contemporáneos han explotado en un frenesí de romanticismo socialista, totalmente teórico y virtual, y que a la hora de confrontarlo factualmente, se hace agua por todas partes.

Es una hora bastante tardía para dejar las pretensiones mesiánicas, pero en orden de realmente abrir la cabeza hacía un futuro completamente incierto y probablemente nefasto, considero necesario hacerlo. Me desconciertan las motivaciones infantiles de muchos, y si su afán por salvar el mundo y la especie es por dejarles un mejor mundo a sus hijos, creo que debieron plantearse muy seriamente las cosas antes de engendrar.

Mis dos centavos

Me tienen podrido de lado y lado con la polémica sobre el TLC, Monsanto, el Paro Campesino y las putas semillas de los cojones etc. sobre todo porque aquí hay mas de un gato encerrado, uno en cada bando por lo menos. Y lo que más me irrita es ver a todo el mundo enloquecido por el tema, indignadisimos y vehementes, cuando éstas cosas estaban avisadas desde hace 10 años por lo menos, asi que vuestra ingenuidad me tiene harto, y que vengan a esgrimir su inconformismo virtualmente de la manera mas fútil, y a seguir poniéndose en plan víctima es el colmo de la estupidez. Es que es muy paradójico leer los comentarios, links y opiniones de varios, enfurecidos contra las multinacionales, enviadas via Iphone desde un Starbucks en Bélgica junto a la universidad donde hacen sus doctorados inútiles en "Pindongología del proletariado eslavo durante la WWII".

Pongámos algunas cosas claras de una vez por todas y dejémonos de tonterías por un segundo mientras vuelven a sus debates sobre feminismo y posmodernismo.

1. Asumpciones A Priori

Toda una colección de ellas, la primera y más ingenua de todas es creer que El Estado, El Gobierno y Multinacionales como Monsanto, Syngenta y Dupont, son gente abierta con la cual existe alguna posibilidad de diálogo que los convenza de echar para atrás todas sus políticas de capitalismo salvaje. Asumir que a ésta gente le importa (o le debería importar) lo que pase con la población es planamente tonto, pueden sacar todos los documentales que quieran, protestar todo lo que se les antoje, hacer mil y un marchas pacificas con camisetas blancas, juntar firmas por internet y nada de eso va a surtir ningún efecto. Éstos bastardos se cagan de risa mientras uds. se encolerizan via facebook y si lo hacen sólamente para liberar vapor, pues vale, pero no desdeñen del que no lo considere necesario, porque, oh sorpresa, no sirve de absolutamente NADA.

La segunda es un Argumentum Ad Populum y aplica a muchos factores de la "crisis mediática" que enfrentamos. Hoy por hoy todo se propaga de manera viral via facebook, cualquier cosa es vox populi en segundos y así como aparentemente puede ser bueno, en realidad puede tener resultados nefastos hasta volverse argumentos Ad nauseam, por ende, se asume de manera categórica que todo lo que sale a la luz es verdad; pues no, soy ferviente propulsor de que si algo sale a flote es porque el Estado, las corporaciones o los putos reptilianos quieren que salga, así que tanto la información "oficial" como la que hacen aparecer como "no oficial" via facebook, la agarro con pinzas, porque el hecho de que el documental 970 haya salido por Telesur, ya me da escozor. Quiero decir que, la informacion oficial la descarto de entrada porque sé fehacientemente que es falsa, El Tiempo y la W tienen demasiado que perder publicando la verdad, y la información no oficial, lamentablemente también se ha convertido en herramienta de evangelización y proselitismo de izquierda que desprovee de valor cualquier afirmación, igualándola en carácter a la oficial.

Dentro de ésta mísma categoría clasificaría otra falacia por contraste y es asumir que porque Monsanto, Uribe, Santos y el TLC son el demonio, entonces los pobres campesinos colombianos son unos ángeles inmaculados, unas víctimas , y nos muestran ilustraciones y videítos de pobres campesinos vestidos con harapos rogándole al congreso que los dejen guardar sus semillas fruto del sudor de su frente que estoicamente labraron por años. Un momento! puede que ese tipo de campesinos aún exista, pero lamento informarles que no son la mayoría. El campo colombiano en realidad está controlado en su mayoría por empresas medianas y federaciones mafiosas cuyo unico objetivo es seguir los pasos de los grandes conglomerados, recortar costos y esclavizar gente, tal y como Monsanto lo hace, así que compasión para con éstos hijos de puta, nunca. Por otro lado, el abandono del campo colombiano, si bien ha sido mayormente una responsabilidad del estado, también es responsabilidad de los mismos campesinos, gente ignorante, violenta, reactiva y borracha, que, en consecuencia de la decadencia absoluta de la sociedad colombiana, aspiran igualmente al dinero fácil, al torcido y al engaño; campesinos había antes, hoy en día encontrar un campesino honesto es tan dificil como encontrar un cura célibe.

2. Que se puede hacer?

Lamentablemente no mucho, nos tienen agarrados de los huevos y el momento para actuar pasó hace 10 o 20 años, pero acá siempre fué mas importante la novela y el reality, y toda su indignación se la pueden meter por el recto ya que ni quita ni pone ni suma ni resta y si molesta que hagan el ridículo voluntariamente protestando via android. Protestar es totalmente inútil, es la herramienta oficial a disposición democrática del pueblo (jajaja), y desde que nos convencieron de las tales protestas pacíficas, aún peor; Ghandi fue un monigote que pusieron como ejemplo exitoso de protesta para que toda la jipamenta posterior creyera que es efectivo, pero basta con ver el estado de la India hoy en día para darse cuenta cuán exitoso fué.

Cualquier campaña exitosa y masiva de desobediencia civil real y directa requiere mucho, muchísimo sacrificio, mucho más del que los adalides de la izquierda progresista dicen proponer como panacea social; no sé realmente qué sucede y honestamente me atormentaría mucho saberlo y aunque la rendición es una propuesta frágil, mucha alternativa no hay, es parte de la naturaleza, el cazador y la presa, Latinoámerica es un conjunto de estados tardíos, de gentes primitivas con una cantidad de recursos desaprovechados que a ojos de un buen depredador, bien valen un Potosí.

Mis dos centavos son éstos, que tengan mucho, muchísimo cuidado de la información que circula y se propaga viralmente por ahí, que estamos metidos hasta el cuello en una batalla de manipulación mediática por ambas partes y que no tenemos ni la más puta idea de los intereses reales que motivan la aparición y propagación de tal información.

Piensen por sí mismos, cuestionen toda información y toda autoridad.

Diatriba contra los Canis (1)

Y digo "cani" por apelar a un término poco conocido en éste continente y evitarme en cierta proporción la incontenible lluvia de injurias que suele caerme cada vez que redacto algún texto con alto y peligroso contenido de verdad.

Aún cuando el término "cani" en su esencia se circunscribe a un perfil muy específico de personajes, a los que quiero referirme es en realidad a toda la extensión social de seres humanos cuyo patrón de comportamiento se caracteriza por la carencia absoluta de genuino instinto evolutivo, de voluntad propia que supere las necesidades básicas y para el cual, cualquier entidad que haga evidente su retraso mental patente, su carácter violento y cavernícola, representa una amenaza a sus intereses, un enemigo y un factor que debe ser combatido y repudiado de manera colectiva y de la forma mas primitiva e impulsiva posible.

Es dificil hoy en día encontrar un término preciso para definir a éstos sub-humanos, y no porque sea indefinible, sino que por obra y gracia del espíritu progresocialista y diversificador de nuestras patéticas ideologías sociopolíticas contemporáneas hiperpolarizadas, se hace imposible señalar, abierta y claramente a aquellos factores que evidentemente son responsables de la hecatombe social que padecemos, puesto que para todos los eruditos del socialísmo, cualquier crítica social, por mejor fundamentada que esté, es considerada categorícamente como un acto de intolerancia, de discriminación, y aquél que la postule, automáticamente es tildado de fascista, sin ni siquiera considerar parcialmente el análisis que se esté haciendo. Y es que éste carácter prejuicioso que los adalides de la diversidad dicen combatir, lo esgrimen ellos mísmos de igual o peor forma cada vez que tienen oportunidad, y se aprovechan de su túnica de superioridad moral pretendida e insostenible para descartar y condenar a priori cualquier razonamiento objetivo que haga tambalear los flácidos pilares sobre los cuales se sostiene ésta aparente panacea social que llaman en latinoamércia: progresismo socialista.

Pero básta de liberar vapor comprimido contra el sistema/estado, y básta también de buscar ser "políticamente correcto", las cosas hay que llamarlas por su nombre gústele a quien le guste y cáigale a quien le caiga, y así como el carácter del cani no distingue raza ni posición social o económica, la verdad tampoco, y en eso radica su belleza, en que es una de las poquísimas cosas genuinamente democráticas que existen.

A ésta gentuza infecciosa que para efectos de éste ensayo llamo canis, en otros tiempos y lugares se les llama negros, indios, gitanos, payos, villeros, ñeros, cholos, niggers, rednecks, pikeys y mil definiciones más, que si bien, corresponden al arquetipo* de gente a la que quiero referirme, se quedan cortos en extensión ya que éste carácter viral y pusilánime ya no es exclusivo de los mal llamados "pobres" o de los "negros". No son abundantes, pero he conocido gente verdaderamente pobre económicamente o de raza negra que distan bastante de comportarse como sus compañeros de mote, y que de hecho, por no hacerlo son condenados y exiliados de sus propias comunidades sociales. Por ende, no se trata de generalizar a favor de alguna posición política o de exhibir algún tipo de superioridad racial estúpida; nada más lejos de la realidad; se trata de hacer evidente un patrón de comportamiento que por más democracia y diversidad que defendamos, es indefendible justamente porque atenta contra el verdadero equilibrio de una sociedad, si tal cosa fuera posible.

Es complejo describir en su totalidad los elementos que componen éste carácter, y es que se ha reproducido de manera tan abrupta y alarmante que sus innumerables tentáculos han penetrado tan profundamente la sociedad que incluso pueden mimetizarse como factores de identidad social, nacidos de profundos y deliberados postulados sociológicos, y bajo éstas caretas escudan sus crímenes reales y teóricos como elementos propios y sagrados de una etnia o una comunidad, en el mas absurdo colmo de la hipocresía. Sin embargo, trataré de describir todo lo que me sea posible, para delimitar de forma mas concreta tal comportamiento, presente en todas las sociedades del mundo, pero con mucha mas densidad e intensidad en el "tercer mundo", y que tristemente, en Colombia, ahora es un común denominador.

El primer elemento determinante de éstos infraseres es su abundancia demográfica; consecuencia mayormente de las lamentables condiciones socioeconómicas que padecen nuestras naciones que, al igual que sus protagonistas, tienden a empeorarse cada día mas. Desde la emancipación de Europa, hemos vivido en una pobreza física e intelectual que a un rítmo trepidante logró desterrar de la psiquis de la gente cualquier deseo auténtico y profundo de mejorar como especie, y se reemplazó por un impulso violento y medieval de acumular y aparentar; una fiebre del oro que desde hace siglos pervierte con mayor éxito a la gente cuyo raciocinio es limitado bien sea por condiciones ajenas a su voluntad, ó, como expandiré más adelante, por decisiones fervientes fruto de una larga cadena de condicionamientos psicosociales frecuentemente autoimpuestos voluntariamente por sus propios nichos sociales. La creciente densidad demográfica de éstos animales obedece a un ciclo vicioso generalmente simple y relativo a condiciones específicas dadas en los países en los que se reproducen y que sucede más o menos de ésta manera: La crianza y la influencia les indica que obedecer al instinto reproductor sin ninguna mesura es algo no sólamente lógico sino loable, y que engendrar decenas de hijos es un acto de generosidad con la humanidad, además de constituir un estímulo al ego totalmente incomparable, del cual devienen lás mas nefastas advocaciones del machismo y el feminismo por partes iguales. Hay tantos casos también en los que ésta predisposición a procrear, deviene de la total ignorancia, del comportamiento más errático y bestial posible, y culmina en hordas de gente que pare crías sin siquiera saber por qué. Y aquí quiero hacer un paréntesis, porque ya empiezo a escuchar las críticas atribuyendo éstos fenómenos a la falta de "educación" y otras tonterías, no, éste comportamiento no es exclusivo de la gente ineducada, y jusamente ahí entra muy en discusión lo que nosotros llamamos y defendemos tanto como "educación" **. En resumen, el impulso salvaje por engendrar que profesan éstos sub-seres, determina fehacientemente las consecuencias que derivan en los siguientes elementos que componen su naturaleza, como su adicción a la riqueza aparente, su falsa religiosidad y varias cosas más de las cuales continuaré hablando en las próximas entregas.



* Uso "arquetipo", ya que la palabra "estereotipo" ha degenerado en un peyorativo sin mucho fundamento.
** http://rockyerbrains.blogspot.com/2011/09/el-chantaje-social-de-la-educacion.html

jueves, 4 de julio de 2013

Conozca nuestra cumbia!


Desde que regresé al país del sagrado corazón y habiendo conocido a fondo algunas otras naciones de éste subcontinente aciago y doliente, he tenido la oportunidad de, poco a poco, por gracia del contraste y de un análisis profundo, perspicaz y libre de condicionamientos políticos y sociales, darme cuenta de tantos fenómenos tan peculiares, que por fuerza de la cotidianidad se han tornado invisibles al ojo de quienes día tras día sobreviven en éste agujero del mundo sin la más mínima voluntad de evolucionar de sus costumbres conformistas, violentas y supersticiosas.

Basta con viajar algunos kilómetros fuera de los límites de macondo, para darse cuenta de que, si bien todo el carácter latinoamericano es un pastiche de influencias, mayormente metidas con tirabuzón, el carácter del colombiano promedio es el mas despreciable y asqueroso de todos, justamente por estar en el medio de toda la gran sopa de mierda que es éste subcontinente; porque el colombiano es tan o peor de ridículo, folclórico y ladino como el caribeño, pero al estar anclados aun en tierra firme, andes y selva, cree tener cierta superioridad y mejor arraigo que sus colegas mas al norte y oriente.

Pero vayamos muchos siglos atrás e indaguemos la verdadera genealogía de éste patrón de comportamiento tan deplorable que nos ha costado casi 200 años de atraso: Lo que hoy conocemos como latinoamerica estaba poblada hace un milenio por cientos de tribus y asentamientos indígenas de los cuales sólo un puñado tenían algún tipo de desarrollo social y cultural relevante, el resto eran grupos cuasinómadas que aún vivían en el paleolítico sin el más mínimo atisbo de estructura cultural, por ende ningún tipo de desarrollo de pensamiento mas allá del instinto básico de conservación, caza y recolección. Los antropólogos posmodernos, y sobretodo los latinoamericanos, han pretendido divinizar a todas éstas tribus como si realmente hubieran hecho un aporte cultural importante y perenne en nuestra idiosincrasia cuando tal cosa es prácticamente inexistente, no sólo porque su "cultura" era mínima, sino porque en pleno desarrollo se vieron truncados por la invasión europea, que éstos mismos antropólogos suelen demonizar como si fuera algo "malo" cuando no fue mas que una simple circunstancia como lo fueron las invasiones bárbaras en Europa o la conquista de Alejandro a oriente; son simples fenómenos de la historia, y bajo la espada del más fuerte han caído mil civilizaciones y no veo a nuestros eruditos socialistas condenando tan fervientemente a Atila el huno o a Federico Barbarroja, como si condenan a Cortés o al adelantado don Francisco Pizarro.

A la luz de un hecho tan firme y registrado como la conquista y colonia europea, es apenas lógico admitir que toda nuestra identidad en realidad proviene es de Europa, y digo Europa por señalar un punto geográfico no por darle ínfulas a latinoamérica de sucursal de Roma, porque si bien nuestras raíces, nuestras verdaderas raíces están ancladas en España, Portugal e Italia, no somos más que un bastardo, un hijo feo y bobo que se emancipó por capricho y odio, y se dejó vender la idea romántica y revolucionaria de la independencia sin darse cuenta de que al espantar a la corona europea, estaba cavando su propia tumba. Venimos de casi medio siglo en el que nos quieren convencer a todos de que existe un paraíso precolombino el cual debemos añorar y del cual tenemos una herencia complejísima como si se tratase de la Edda Poética o el Olimpo. Falso; con suerte en México o Perú se pueden ufanar de tener algo de herencia cultural precolombina, y aún así es fútil, porque sus linajes culturales perecieron hace siglos; el resto de latinoamérica no tiene sino una evidencia irrisoria de tribus que al cuatrocento aun vivían en el neolítico. Y he aquí la raíz del comportamiento genérico colombiano; la única historia factible y contable que tenemos, se compone de una serie de hechos torpes y desordenados, perpetrados por una estirpe de gente mezcla de cavernicolas con lo peor de la escoria europea. No voy a adentrar más en la historia porque asumo que el lector inteligente la conoce de sobra, mi intención era ubicar el punto de inflexión en el que surgió éste carácter, que a pesar del tiempo y el desarrollo obligado, permanece intacto en su esencia: Colombia se compone de bárbaros que aspiran y pretenden verse como gente evolucionada. Monos vestidos de seda.

Éste carácter tan arraigado he descubierto que además tiene un ingrediente secreto, que una vez se conoce, comienza a hacerse evidente en absolutamente todos los factores que componen la Colombia contemporánea, y permea absolutamente todo, desde la gastronomía y la arquitectura hasta la política y la educación, y después de rebuscar en la RAE una palabra que definiera más precisamente tal fenómeno, finalmente encontré una bastante sonora y apropiada: El colombiano es un ser mezquino. Y es que, haciendo un análisis psicosocial apenas superficial, empiezan a aflorar todo tipo de detalles que confirman con peso titánico tal afirmación; el colombiano promedio es un ser cuyo motor de vida es acumular para aparentar, de ahí el apogeo interminable de la burguesía narcotraficante y todos sus apéndices que en pro de mantener ese status quo han devastado culturalmente al país, y cuyo fenómeno, lamentablemente ha contagiado a medio continente. Pero éste apogeo no es espontáneo, deviene de toda una historia que acostumbró a la gente a buscar el provecho propio a cualquier costo, de glorificar a todo quien encuentra una manera ilegítima, violenta y rápida de hacer dinero, y de que, paralelamente, se le ha pretendido enseñar a la gente a no combatir ese comportamiento. Es decir, la mezquindad del colombiano es tan profunda, que él mismo se impide confrontar su propia enfermedad.

Y así como esa mezquindad progresa en ámbitos serios e importantes como el mencionado, también se refleja en cosas aparentemente más triviales y que consideramos parte de nuestra "riqueza cultural" como la gastronomía; si se pone uno a analizar objetivamente la comida criolla, se compone de mil suplentes baratos (papas, plátanos, arroces, yucas y demás harinas) para armar una bandeja grándisima en la cual, el alimento importante (en el caso popular, la carne), se ve reducida a una porción ínfima y de mala calidad. Una bandeja paisa, que a priori se puede ver como una cosa suculenta y abundante, en realidad es un engaño típico antioqueño, un plato lleno de frijoles, arroz y plátano sobre el que se ahoga una miserable porción de carne, descaradamente llamada en polvo, confirmando que la intención es economizar lo más posible en lo importante y derrochar en lo barato, otra vez, la mezquindad al frente. No es gratuito que, mientras uno padece atravesar la ciudad de bogotá, en el tal efectivísimo transmilenio, el paisaje urbano se componga en su mayoría de edificios que no superan los 5 pisos de alto; ¿Por qué diablos todos los edificios son de ladrillo y de menos de 5 pisos? Porque hacer una fachada decente requiere mas recursos y mas ingenio, y porque según las leyes de construcción urbanas, todo edificio que supere cierta altura tiene que contar con ascensor, entonces, para ahorrarse el puto ascensor, hacemos todo de 5 pisos y que se jodan todos subiendo escaleras. Y ya que nombro los sistemas de transporte urbano e interurbano, una megapolis como Bogotá, con 10 o 12 o no se ya cuantos millones de habitantes, depende exclusivamente de un sistema de transporte masivo (no hay un tren de cercanías, no hay un metro), y de una mafia incontrolable de colectiveros y buseteros que, de nuevo, haciendo ejercicio de su espíritu mezquino, mantienen una astronómica cantidad de vehículos de servicio público estrechos, sucios y en terrible estado,en los cuales, se embute gente a placer, en sillas que corresponden a las dimensiones de liliput, que en pro de instalar un asiento más, suprimen las salidas traseras obligándo a los pasajeros a ser incinerados vivos dentro del vehículo en caso de un accidente, y de esos si que los hay, porque difícilmente hay en el mundo un conductor tan violento, idiota e irresponsable como el colombiano.

Puedo seguir semanas enteras señalando evidencia patente de ese carácter tan nefasto, pero asumo que al lector inteligente le basta con estos pequeños indicios para seguir automáticamente descubriendo toda la cadena infinita de desastres que componen la idiosincrasia criolla de la cual, en el mas absurdo éxtasis de idiotez, parecen estar orgullosos todos.

Ahora bien, existe una excepción a la regla dorada de la mezquindad colombiana, hay algo en lo que nunca escatiman gastos y en lo que derrochan dinero de manera desaforada, y es en aparentar. Si, el colombiano promedio puede estar muriéndose de hambre y tener a toda una familia (porque de eso tampoco se contienen, engendran como conejos) en la miseria, pero siempre hay plata para un televisor de 67 pulgadas, equipos de sonido gigantescos y celulares de alta gama. El mejor mercado consumista del tercer mundo occidental probablemente sea colombia. Y ni hablar de fenómenos como la ortodoncia, en éste país todo el mundo ostenta orgulloso una boca llena de fierros como si fuera una medalla de honor, y aparentemente, arreglarse la "sonrisa" con método bonsai, es toda una carta de presentación laboral y social; si los dientes les salen chuecos es porque son una raza degenerada, hija de la mezcla de la mezcla de la mezcla en la cual definir un carácter y una identidad es imposible, y definir tal degradación como una identidad es de nuevo, un intento arribista y petulante de ser algo que no son.

Reitero, no estoy diciendo que éste comportamiento sea exclusivo de los colombianos, es común a toda latinoamérica y a todas aquellas comunidades que devienen de procesos sociales, políticos y culturales similares al nuestro, lo que sí afirmo es que por contraste, en colombia éstos patrones se perciben más intensamente, por ser uno de los países suramericanos que no tuvo nuevas migraciones, que no renovó nunca su identidad, y cuyas costumbres, supersticiones y fallos se mantienen inamovibles desde la colonia; en Colombia la superstición religiosa no avanzó desde la visión apenas post-inquisición que implantaron los españoles a su llegada, es una nación ultra conservadora que se ha hecho matar por conservar eso, que es lo único que conocen, el único mal contacto con el viejo mundo, y queriendo conservarse no ha hecho mas que pudrirse en su propia inmundicia hasta convertirse la especie venenosa y letal que es hoy en día.


Colombia es un tumor cuya única esperanza de solución es ser extirpado, de raíz, erradicar por completo la gente que la habita hoy en día y repoblar éste territorio mágico y lleno de recursos infinitos con personas que  sepan administrarlo y aprovecharlo como corresponde, el problema va a ser encontrar a esa nueva gente, porque como vienen las cosas, la colombianada se extendió como el ébola, y aunque en otros lugares la llamen distinto, la esencia es la misma: Gente inmunda que sólo piensa en cagar, consumir, engendrar y joder a los demás; y ese es el "pueblo" que nuestros caricaturescos héroes del socialismo progresista defienden a ultranza como la esperanza de una nueva nación. No hay tal cosa, Colombia y latinoamérica por extensión merecen una erradicación sistemática, o en su defecto una hecatombe nuclear que permita que resurja algo nuevo, desde cero, porque arreglar ésto es una tarea totalmente inútil.

P.D.: Los comentarios Ad Hominem, Ex concessis y Falacias de asociación serán refutadas en el mísmo tono y tenor.

jueves, 28 de marzo de 2013

Paternidad

La paternidad es el triunfo de los mediocres. Es el último recurso de todo individuo que ha fracasado o ha abandonado por completo su voluntad propia y su vocación, si tuviere alguna. Como si no fuera suficiente ya con las terribles vicisitudes que se interponen en nuestras vidas posmodernas, llamense trabajo, educación, familia, y las implicaciones de lidiar con el debacle político, económico y social, hay gente, y bastante, que sigue insistiendo en engendrar, para tener una excusa y un motivo para levantarse todos los días y entrar en el ciclo interminable del trabajo-consumo. Y es que sé de antemano que me voy a ganar el odio y las injurias de mucha gente diciendo ésto, pero, la verdad (como siempre) debe prevalecer sobre toda ésta voragine de pretextos emocionales que no hacen mas que entorpecer el desarrollo de una sociedad mas equilibrada, aunque sea en el plano teórico, ya que indiscutiblemente, éste mundo de mierda se fué al carajo, y bien ido.

"Pero es que la vida es un milagro, una bendición" profesan algunos; pues no, tengo 7 billones de humanos que prueban lo contrario, que la vida es la cosa más común y ordinaria que existe, y de bendición, poco también, porque con la explosión demográfica aberrante que ha sucedido en los últimos 40 años, hemos labrado a pulso y obra de engendrar peste, nuestro propio apocalipsis. Pasamos de un periodo de guerras mundiales en los que había un motivo suficiente para reconstruir sociedades agujereadas por la violencia, a concebir por deporte, y en el más absurdo frenesí de egoísmo y estupidez, porque así como los "pobres" crían por ignorancia, vicio y aun peor, por estímulos económicos de los gobiernos, los "ricos" crían por moda, por ego y por crear fachadas ridículas que los presenten como familias perfectas, rebosantes de amor y comprensión, o aun peor, por accidente! amén de la inmunidad social que representa ser "padre". Nos han metido en la cabeza desde tiempos inmemoriales (en los que si era necesario) que cuando alguien es padre o madre automáticamente es considerado un elemento fundamental de la sociedad que debe ser cuidado, nutrido y exento de cumplir reglas básicas de convivencia y que aquellos quienes elegimos (o no) no procrear, somos una estirpe maldita y ególatra que no merece respeto, porque "no han entregado nada al mundo" como si la vida se tratase de pagar una deuda con la sociedad o de redimir un pecado capital inexistente.

Y es que dejando de lado los factores "ambientales", que en realidad también me parecen un pretexto pernicioso, hay un hecho contundente que si prevalece y es que somos demasiados en un planeta que carece de recursos suficientes para sostener un futuro en el que el hambre, la enfermedad y la guerra van a volverse una realidad aún mas omnipresente que hoy día, y que, al seguir engendrando de manera tan irresponsable, no estamos haciendo más que planear un genocidio futuro a merced de los factores que mencioné. Porque dejemos de jiponadas, éstos malditos pseudoecologistas y progresistas verdes creen que es posible un futuro en el que todos seamos hermanitos y vivamos en ecosistemas autosuficientes a la Jacque Fresco?, pero me están tomando del pelo? Si algo nos ha enseñado la historia es que todo tiende a empeorar y que por mas propaganda ambientalista y "buenas intenciones", el cambio cultural que se requiere para "salvar la especie" (que es el propósito original de éstos ecomierdas, no salvar el planeta) es imposible, y la principal razón por la cual lo es, es justamente porque somos una cantidad abrumadora de individuos con pensares y sentires diferentes, y de los cuales la mayoría, sólo tienen funciones cerebrales suficientes para comer, cagar y coger.

Aún suponiendo, muy ingenuamente, que tales futuros idílicos fueran posibles, no deja de ser contradictorio, que en una sociedad cada vez más abocada a la inmediatez, la gente haga apuestas a largo plazo en forma de hijos, insistiendo en otorgarle a la infancia un carácter divino, como si realmente se tratara de un "futuro brillante", y llenarnos de mocosos insolentes que en unos pocos años van a volverse tecnocratas, publicistas, cirujanos plásticos, modelos de alta costura, asesinos, robacoches, sacerdotes travestis y abogados (Deus Pater nos libre). Recientemente, he visto una miniserie británica llamada "Utopía"  [spoiler alert!] que plantea tácitamente el problema de la sobrepoblacion desde un ángulo pocas veces visto, y es este mismo, el de considerar si realmente vale la pena continuar hacia el abismo del armagedon voluntariamente de la forma mas estúpida posible, o si es preferible, reducirnos en numero drasticamente, y despedirnos progresivamente del planeta manteniendo una calidad de vida aceptable hasta que los recursos nos den abasto, y sin necesidad de cometer magnicidios en nombre de dioses o discursos políticos o económicos, sino simplemente, esterilizando a la población actual y suprimiendo el deseo básico de procrear, que a una altura intelectual y evolutiva como en la que supuestamente estamos, debería ser algo completamente sensato.


No tengo autoridad alguna (no, un momento, si tengo) para cuestionar las decisiones personales de cada individuo, pero justamente estamos en un punto critico en el que estos factores, que nos han disfrazado de privados, si tienen una incidencia publica de gruesa impronta, y que, reitero, mientras la plebe inmunda (sin diferenciar entre clases sociales o económicas) insista en concebir y dejarnos su progenie infecta hasta que el mar de caras nos asfixie; nosotros, los pocos, poquisimos, que aun usamos la razón y la defendemos por ser un elemento axiomático contundente, tendremos que soportar la tormenta de culicagados insufribles a los ojos de sus indiferentes e irresponsables padres hasta que la espada de Damocles caiga. Pero no tardara mucho, y podre pasearme tranquilamente por los paisajes del ragnarok, mientras los imbéciles prolongan su agonía por salvar a sus engendros.

jueves, 5 de enero de 2012

Proselitismo musical

No voy a escribir mucho, simplemente como es mi puto blog, quiero darle a conocer (a mis -1 seguidores), mi puta banda, con la que escapo momentáneamente del horrible fragor de la vida diaria.

Ahi lo dejo, lo pueden descargar gratis para llevarlo en sus emepetreses ya que el concepto de disco desapareció en la historia. Una lástima, con lo que hubiera disfrutado sacar unas copias en vinilo de ésto.